Facilitamos a las personas jóvenes del Servicio para la Inclusión la oportunidad de vivir temporalmente en un piso con otras 3 personas más que se encuentran en la misma situación, con el apoyo diario del equipo educativo del Programa para construir su propio proceso de emancipación, quienes realizan un seguimiento de su proceso individual y grupal.
Actualmente contamos con dos pisos con un total de 8 plazas.
El régimen de alquiler habitacional persigue la misma finalidad, enfocado a jóvenes cuyos procesos y circunstancias vitales se enfoquen más a este contexto o entorno.
El objetivo es facilitar desde la cobertura residencial su integración socio-laboral, autonomía e independencia personal. Así mismo, dotar de recursos personales adecuados para su tránsito a la vida adulta, a través del trabajo individual y grupal, desarrollando sus talentos, capacidades y todo su potencial, por encima de los factores de riesgo, vulnerabilidad y exclusión que les rodean.
Esto conlleva que cada joven pueda responsabilizarse de sí mismo/a, realizar su proyecto personal e integrarse socio-laboralmente de forma autónoma, adquiriendo las habilidades y capacidades suficientes que les posibiliten gestionar su vida cotidiana (realizar las compras, cocinar, limpiar, compartir gastos, administrar el dinero, etc.), y así mismo, basarse en el arte y en el aprendizaje de convivir con otras personas (habilidades sociales, asertividad, expresión de opiniones y sentimientos, compartir momentos y vivencias, etc).
Para ello, se ponen a su alcance todos los medios necesarios, con el objetivo de que lo hagan en igualdad de condiciones que el resto de la juventud, partiendo del convencimiento de la capacidad de las personas jóvenes para la superación de dificultades y experiencias traumáticas.